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Más de 40 millones de hispanos están llamados hoy a parar EEUU

(EFE) La plataforma 'Un día sin inmigrantes', que trata de presionar por una reforma migratoria que legalice a 12 millones de indocumentados, convoca a todos los extranjeros para que paralicen hoy sus actividades.
washington. La comunidad hispana de EEUU llevará a cabo hoy Un día sin inmigrantes, un boicot convocado por grupos hispanos para presionar al Congreso a que apruebe una reforma migratoria integral que legalice a 12 millones de indocumentados. Esta plataforma ha solicitado a todos los inmigrantes paralicen hoy sus actividades y marchen en todo el país.
Pero la convocatoria ha desatado una controversia sobre su eficacia y repercusiones. La idea de los organizadores es que los extranjeros se ausenten de las aulas, sitios de trabajo y centros comerciales, para hacer sentir su peso e influencia en EEUU. Los más de 41 millones de hispanos en EEUU conforman ahora la minoría más grande del país.
La movilización, que quiere evocar la militancia de los afroamericanos en la década de los años 60 en defensa de sus derechos civiles, puede suponer la paralización de ciudades como Los Ángeles, Chicago, Nueva York o Tucson, donde hay grandes concentraciones de hispanos.
Con el boicot y las marchas programadas en decenas de ciudades de costa a costa en el país, los dirigentes hispanos quieren refutar los argumentos de los conservadores de que los inmigrantes son una carga pública, quitan empleos a los estadounidenses y, peor aún, que no quieren integrarse a la sociedad.
Si se cumplen las expectativas hoy, 1 de mayo, que en Estados Unidos no es el Día del Trabajo como en la mayor parte del mundo y es laborable, se verá a decenas de miles de manifestantes en las calles –se esperan 300.000 sólo en Chicago– o verdaderas "ciudades fantasmas", como describe la película Un día sin mexicanos.
Sólo que la jornada de movilización para hoy ha profundizado los desacuerdos entre los grupos hispanos sobre las tácticas de presión ante el Legislativo.
Por un lado, están grupos como la Coalición del 25 de marzo que apoya el paro nacional porque considera que la historia de EEUU está repleta de ejemplos de cómo la perseverancia es un ingrediente clave para cualquier lucha social.
Por otro, organizaciones como la Coalición Nacional de Inmigración del área de Washington que se oponen a la jornada de protestas por considerarlas prematuras y contraproducentes, y opinan que la mejor opción sería dar tiempo a que el Congreso ventile las diversas propuestas migratorias sobre la mesa.
El grupo de legisladores demócratas hispanos de la Cámara de Representantes también ha reaccionado con cautela, al señalar que los más perjudicados podrían ser los propios inmigrantes indocumentados, que ya arriesgan su supervivencia por su estatus migratorio.
"Urgimos a los miembros de nuestra comunidad a que eviten medidas innecesarias que pongan en riesgo sus trabajos, su educación o sus familias", indicó. "Alentamos a los inmigrantes y activistas a que trabajen juntos con sus empleadores, funcionarios electos, empresarios y comunidades de fe para poner en marcha actividades proinmigrantes pero de forma segura", agregó el documento.
La división es evidente en las grandes empresas, asociaciones de restaurantes, gremios sindicales y en los líderes políticos.
El presidente Bush rechazó el boicot por ser "defensor de una reforma amplia" y llamó a los inmigrantes a aprender inglés para cantar el himno en su versión original, dado que la circulación en la red de una versión es español causó una gran cobertura mediática.