Empleo en Estados Unidos

Empleados del complejo turístico sostienen que fueron suspendidos por su voluntad de sindicalizarse.
Por considerar que alrededor de 75 trabajadores fueron suspendidos sin razón y por realizar prácticas intimidatorias para impedir que los trabajadores se organicen, el sindicato UNITE HERE presentó ayer una denuncia formal ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) en contra del hotel Hilton LAX, localizado en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
María Elena Durazo, dirigente de ese sindicato que representa a trabajadores de hoteles y restaurantes, dijo que el hotel Hilton LAX discriminó a unos 75 trabajadores que fueron suspendidos el jueves por el solo hecho de ejercer su derecho a organizarse.
"El hotel ha violado esas leyes federales al suspenderlos, intimidándolos y creando miedo con tal de que paren de organizarse", dijo Durazo ante decenas de empleados que ayer se manifestaron afuera del Hilton, en la acera del bulevar Century.
La Opinión se comunicó con una representante del hotel, quien dijo que más tarde daría un comentario sobre lo sucedido, pero al cierre de esta edición no había regresado la llamada.
El jueves, el grupo de trabajadores fueron suspendidos luego de solicitar una audiencia con la gerencia del hotel en apoyo de uno de sus compañeros que fue suspendido un día antes, acusado de robarse unas propinas.
Lilia Magallón fue una de las suspendidas. Ella tiene 21 años trabajando para el Hilton LAX y nunca había recibido ni siquiera un regaño. En esta ocasión, dice, fue porque se reunieron en la cafetería para pedir hablar con el gerente por lo consideraron una suspensión injusta de su compañero de trabajo, Sergio Reyes.
"A él lo suspendieron sólo porque es uno de los líderes de nosotros, porque queremos organizarnos en sindicato", mencionó Magallón, quien trabaja como recamarera.
Dijo que el jueves cuando se reunieron en la cafetería, unos 80 empleados, para tratar de hablar con el gerente, llegó la jefa de recamareras, Ana Samoyoa, quien les dijo que "poncharan" tarjeta y se fueran, que estaban suspendidas indefinidamente.
Esta empleada consideró que es necesario formar un sindicato. "Porque hay muchas irregularidades, muchas preferencias, queremos un seguro familiar que no sea tan caro, porque este nos está costando como 300 dólares al mes, también que nos den un buen trato y salario justo".
Ayer, cuando los trabajadores, en su mayoría inmigrantes recientes, intentaron regresar a sus trabajos, guardias de seguridad con una lista no les permitieron el paso.
La concejal Janice Hahn, representante de esa área de la ciudad en el Ayuntamiento, acudió a tratar de ser la intermediaria, pero ni a ella le permitieron el paso al pedir una audiencia con la gerencia.
"Nos empujaron, nos callaron, nos cerraron el paso; hubo un momento en que sentí miedo, porque estaba en medio de todos, pero nos mantuvimos firmes y unidos", comentó la concejal, refiriéndose a la confrontación que se dio con los guardias de seguridad cuando los empleados exigían hablar con los representantes del hotel.
Minutos más tarde, los guardias de seguridad le permitieron el paso a la concejal y a un grupo de los suspendidos, pero dijo: "No se quisieron reunir conmigo, entramos a un pequeño salón para hablar sobre los trabajadores suspendidos y cuándo podrían regresar a trabajar, pero el gerente sólo quiso entrevistarse con los trabajadores de uno en uno y teniendo como traductor a la misma persona que los suspendió"
La Opinión